Se ha de tener en cuenta que cambiar una conducta establecida es difícil, y sólo se consigue con una argumentación sólida y segura por parte del profesional que trata al niño. Las pautas a seguir serán sobre todo las de dar una información correcta a los padres sobre las pautas a seguir con la alimentación de su hijo. Así:
1.- Informar a los padres con lenguaje sencillo de todas las etapas del
desarrollo del niño, haciéndoles ver que con paciencia y siguiendo
pautas acordes a su etapa madurativa en el desarrollo se conseguirá que
el niño tenga placer comiendo.
2.- El niño tiene que sentir hambre, y para ello es preciso que pida comer.
3.- No dar al niño golosinas ni alimentos entre horas, pues podrían hacer perder una comida importante.
4.- Se debe intentar su autonomía alimentaria cuanto antes, hacia el año de vida.
5.- Desculpabilizar a los padres de los posibles errores cometidos en la alimentación del niño.
6.- Introducir los nuevos alimentos de forma paulatina y con paciencia,
no rindiéndose cuando las primeras veces el niño rechaza el alimento.
7.- Hacer agradable la presentación de los alimentos, introduciendo coloridos y buena presentación.
8.- En niños en edad preescolar, hacer participar en la compra de los alimentos y en la elaboración culinaria.
9.- Procurar no ser rígidos en la conducta que tiene el niño en la
mesa, dejándolo que coma con los dedos y que se le caida la cuchara con
la comida, por su falta de maduración.
10.- Insistir en la necesidad de prevenir trastornos del aprendizaje en los hábitos alimentarios.
11.- Indicar la ineficacia de la medicación antianoréxica.
12.- El apoyo de los padres se efectuará desde la consulta, pesando y
tallando al niño de forma periódica y animando a los padres con los
pequeños logros que se van consiguiendo. Lo importante en estos niños es
mantener su percentil en el peso y la talla.
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