Es necesario consumir una dieta muy
variada, de manera que los niños no reciban más de un 25% del total de las
calorías de un solo alimento.
Deben
valorarse los gustos, costumbres y condicionamientos sociales, ofrecer diversas
posibilidades para poder optar entre varios alimentos de valor nutritivo
similar.
Se
debe de tener en cuenta la actividad física del niño para administrar la
energía que necesita, ya que la tendencia actual a una vida sedentaria,
favorecida por los horarios prolongados de colegio y abuso de la televisión,
hacen que las necesidades energéticas sean menores en algunos niños.
Una vez conocidos los requerimientos
nutritivos y la cantidad de los distintos nutrientes que contienen los
alimentos, se ha de tener en cuenta: